Me quedo con la chica que me roba los jersey y busca en páginas de
poesía lo que a mi no me sale con palabras, la chica con la que hago de
cada banco un colchón y con la que ir a practicar el escándalo público
en los centros comerciales hasta ser expulsadas, me quedo con la chica
con la que voy de la mano y se la meto mientras la sociedad mira extraño
y la tercera edad susurra como si aún estuviéramos en antaño.
Me quedo con la chica que me vacia la despensa y el frigorífico pero me
lo paga con un croquis en el sofá lleno de caricias y algún que otro
café, con la que se la juega con un "te quiero" aún sabiendo que yo no
creo en el amor.
Me quedo con la chica que ha conseguido que
vaya a urgencias como acompañante y no como paciente, la chica con la
que si algo sale mal tengo una recompensa de 23:59.
Me quedo con
la chica que se pega más a las sábanas reclamando mimos que yo sueño,
con la que se ha atrevido conmigo después de ser locura, desastre, y
caso perdido.
Me quedo con la chica que marea a todo el mundo
con el fin de pasar la resaca en mi cama, con la chica que se cree
graciosa contando chistes de mierda pero ¡Oye, que sonrisas ya me saca!
(Me quedo con la chica y punto, porque a fin de cuentas tú solo tienes
una polla que ni siquiera sabes utilizar, un triste miembro con el que
no sabes complacer.)
Me quedo con la chica de la coleta y la
sonrisa de oreja a oreja, con la que se presentó como "La bomba" y me
acabo estallando sin apenas darme cuenta.
No hay comentarios:
Publicar un comentario