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Hola X:

¿Te sorprende esta carta? Pues si supieras todas las que he escrito a lo largo de estos dos año, y que por falta de valor no llegaron a tu buzón... aún te sorprendería mas. Hoy he soñado contigo, y te he tenido en mente todo el día. Que extraño, ¿verdad? Pues sí. Te he estado buscando desde que salí del hospital, pero tu móvil dejo de existir a lo largo de ese tiempo, en el que yo también deje de existir y me fui sin dejar rastro ni respuesta, como si jamás fuera a volver de Barcelona. Tengo tantas cosas que contarte, y explicarte, o simplemente expresarte. Lo que paso entre nosotros fue una locura, de la que jamás me arrepentiré. Creo que tras una ruptura de una relación larga por parte de los dos, nos conocimos como esos clavos que dicen sacar a otros. Llevando con cuidado la relación ya que tu me llevabas casi 10 años mas. Seguramente para ti sería una aventura más, cuando yo buscaba cariño, tu me dabas sexo del duro, yo aceptaba, y me encantaba el cigarro de después mientras me hacías un hueco entre tus sabanas y me apoyaba en tu pecho, en buena sintonía con Led Zeppelin.

¿Donde estarás? ¿Que estarás haciendo? ¿Que pensarás? tantas veces me cuestiono sobre que será de ti, y sigo marcando ese numero en donde no
hacen más que repetirme que dejo de existir hace tiempo.

Justo cuando volví de Barcelona y empezó el curso, tu te fuiste con los colegas a navarra... y no se que paso, pero desapareciste, o quizás no... no lo puedo saber, porque a mi me ingresaron el 3 de octubre de 2011, y me pase una buena temporada aislada en una habitación blanca llena de cámaras como si fuera una psicópata.

Me gustaría saber de ti. Quien sabe, igual has encontrado el amor de tu vida, igual hasta tienes hijos o estas planteándotelo. Quizás sigas como siempre o hayas cambiado completamente. Sea como sea me gustaría verte una tarde, si no es para recordar, para saber como vas.

Mi numero sigue siendo el mismo 690876230. La última opción que me quedaba, era ir a tu portal, con poca seguridad de saber si sigues allí pero con unas ganas enormes de poder compartir contigo unas palabras que hace tiempo no escucho de tu boca.

Me encantaba ser tu niña, podría decir, que me distancie por miedo a enamorarme de alguien que no buscaba lo mismo que yo.