viernes, 8 de febrero de 2013

Simplemente, nunca dejes de decirme que me harías el amor a todas horas. Apuesta al rojo carmín de mi boca. Finjamos un secuestro. Arriesgate. Quizás no te deje pedir un rescate. Bésame. Llámame sin "ll". Fuma de mi humo. Voy a vivir cada segundo. No me prometas la luna, a mí, me sabe a poco. La gente seguía hablando del frío Siberiano, normal, no sabían que la primavera vivía en tus ojos. Yo aquí muriendo por tus labios y el mundo diciendo el sol ya viene...


Escrito por María González Torres. ©

1 comentario: