Simplemente,
nunca dejes de decirme que me harías el amor a todas horas. Apuesta
al rojo carmín de mi boca. Finjamos un secuestro. Arriesgate. Quizás
no te deje pedir un rescate. Bésame. Llámame sin "ll". Fuma de mi humo. Voy a vivir
cada segundo. No me prometas la luna, a mí, me sabe a poco. La gente
seguía hablando del frío Siberiano, normal, no sabían que la
primavera vivía en tus ojos. Yo aquí muriendo por tus labios y el
mundo diciendo el sol ya viene...
Escrito por María González Torres. ©
<3 Me alegra que te haya gustado :)
ResponderEliminar